El Quincho
Allá por 1989, Mariquita Nuñez Vieyra usaba el quincho de su casa para vender distintos objetos que traía de sus viajes por el exterior, con foco en Oriente. Con los años, el negocio familiar ganó autonomía y su hija Ana tomó el mando del emprendimiento: en 2007, el informal quincho devino en un colorido local a la calle. Lo llamaron El Quincho, claro está, le imprimieron el mismo espíritu cosmopolita que le dio origen.
Se arman listas de casamiento y dan un asesoramiento profesional en decoracion.